domingo, 16 de octubre de 2011

¡Resistencia!


Resistir.
(Del lat. resistĕre).
1. tr. Tolerar, aguantar o sufrir.
2. tr. Combatir las pasiones, deseos, etc. U. t. c. prnl.
3. intr. Dicho de un cuerpo o de una fuerza: Oponerse a la acción o violencia de otra. U. t. c. tr. y c. prnl.
4. intr. Dicho de una persona o de un animal: pervivir. Este coche todavía resiste.
5. intr. Dicho de una cosa: durar ( continuar sirviendo).
6. intr. Repugnar, contrariar, rechazar, contradecir.
7. prnl. Dicho de una persona: Oponerse con fuerza a algo. Se resistió a ser detenido.
8. prnl. Dicho de una cosa: Oponer dificultades para su comprensión, manejo, conocimiento, realización, etc. Este problema se me resiste.

Esta palabra es muy vigente últimamente en el argot de las organizaciones sociales, populares y universitarias, por ello llevo días preguntándome cual de las ocho acepciones de ella que se describen en el diccionario de la real academia es a la que se refieren tales organizaciones.
Pareciera muy obvio pensar que cuando hablamos de resistencia, de resistir, pensamos en la opción de oponernos, de rechazar. Sin embargo, ¿será suficiente el rechazo a una política, a una ley, a una acción del Estado Colombiano, de las multinacionales o incluso de los actores armados del país?
Pues bien, la marcha actual de los acontecimientos en el país nos muestra que rechazar, resistir a través de la oposición, no es suficiente, pues se corre el riesgo de que tal resistencia se convierta en tolerancia, en esa acción de muchos colombianos que terminan por aguantarse y hasta sufrir ilimitadamente la injusticia cotidiana de nuestro país.
Así, la mayoría de la gente, entre oponerse y aguantar, termina combatiendo sus propias pasiones, sus deseos de hacer de éste un lugar mejor para vivir, con calidad de vida para todos y de esta manera siguen resistiendo, continúan sirviéndole a una forma social, política y económica que los oprime, les hurta su dignidad, en nuestro caso, se vuelven hijos de un sistema educativo que se resiste a permitirles el verdadero conocimiento y realización a través de la privatización, la corrupción y la inequidad.
Por todo lo anterior, quiero retornarles la pregunta, cuando hablamos de resistencia en la Universidad, ¿de qué estamos hablando? O más bien, ¿de qué queremos hablar y qué queremos hacer? Hoy está todo por hacer y estoy convencida que debemos hacerlo juntos.

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